El aclamado director y actor Clint Eastwood vuelve, después de tantos años, a sus inicios con un film western dramático que gira entorno a la vida de Mike, un vaquero que lo perdió todo luego de un accidente de rodeo en su época de apogeo. Esto lo lleva a la adicción al alcohol y verse opacado en un viejo rancho en Texas hasta que los años lo consumen volviéndose un viejo mal humorado y solitario. Su vida da un giro cuando el dueño del rancho y mejor amigo le pide que vaya a rescatar a su hijo Rafael en México, quien sufre abusos y maltrato de su madre. Debido a la deuda que tiene con su amigo decide hacer el favor. A partir de aquí, empezaremos a ver el largo viaje que Mike tiene que hacer para poder rescatar a Rafael y traerlo de vuelta a Texas.
La película nos remonta a aquellos viejos western, donde Clint Eastwood se convirtió en uno de los actores más aclamados del siglo XX por sus films de bandoleros y vaqueros del lejano oeste, esta vez con un cambio en donde el drama domina y la acción y armas a tomar para solucionar problemas quedan de lado.
Si bien la película nos muestra un mundo remontado a los años 80, donde podemos ver viejos asentados mexicanos y el típico roadtrip bajo el ardiente sol con cactus en la lejanía del paisaje, no podemos dejar de pasar por alto los detalles que son casi imposible de esconder frente a la pantalla.
La actuación de Clint Eastwood en el rol de Mike, un vaquero que percibe que el mundo ha cambiado y el rol de Macho quedó en el pasado y que ahora es un mundo donde no tiene que ser de acero, sino una persona con bondades y carisma, nos deja con una actuación frágil, donde se nota el agotamiento físico del actor debido a los años. A pesar de utilizar recursos de edición y percepción de puesta de cámara para evitar se vean estas fragilidades, es innegable evitar sentirlo al ver la pantalla grande.
Su compañero en esta aventura, Rafael, un joven mexicano de trece años que hace del respaldo actoral de Clint Eastwood en este film, permite que la película se centre en esta dupla y no en un personaje principal. Ambos empiezan a tener una conexión que hace que la historia avance con el drama familiar de cada uno de los personajes y cómo van cambiando a medida transcurren los minutos.
Para culminar, «Cry Macho» es una película que pareciera buscar la redención del famoso actor de western que antes era conocido por ser duro, insensible y malo, para pasar a una nueva fase, donde muestra que es una persona común y que la vida puede darte segundas oportunidades. Todo esto sumado al recurso preferido del director de ahorrar en set, permitiendo tener unas escenas fotográficamente naturales y muy bien elaboradas, nos permiten ver un film que lleva la firma del director en cada una de las escenas.