“Cuando dejes de quererme”, ópera prima del español Igor Legarreta, es una coproducción entre Argentina y España, que se centra en la figura de Laura (Florencia Torrente), una joven nacida en el País Vasco pero que de pequeña se mudó a Buenos Aires debido a que su padre la abandonó junto a su madre. O al menos eso era lo que creía hasta que el cuerpo fue descubierto. Al enterarse de este asesinato ocurrido hace 30 años, decide volver a España junto a su padrastro (Eduardo Blanco) para investigar quién mató a su papá y por qué.
La película mezcla varios géneros, algunos con mejores resultados que otros. El policial es aquel que más se destaca, debido a que el film logra manejar muy bien el clima de suspenso y la investigación policial, manteniendo atrapado al espectador y confundiéndolo por distintos rumbos. Asimismo, la resolución no es obvia ni predecible, dejando una buena sensación en su cierre. Por otro lado, también está presente el romance, el cual está bastante bien desarrollado, se lo siente ameno y creíble, pero no deja de caer en algunos clichés de este tipo de historias.
Por otro lado, existe cierta importancia sobre el trasfondo político y social de una época particular de España, con la Guardia Civil, la represión franquista y ETA, que podrá alejar un poco a aquellos argentinos que no tengan tan presente ese período o no estén muy familiarizados con el mismo, ya que, al ser una coproducción con España dan por sentados los hechos o las facciones que se encontraban en ese momento.
El elenco se encuentra muy bien en sus roles, sobre todo Florencia Torrente como la protagonista, que lleva una carga dramática particular. Eduardo Blanco, por su parte, funciona como el cómic relief de la trama, que si bien sirve para descontracturar, algunos chistes sacan al público del clima de suspenso, debido a que se sienten un poco forzados. Miki Esparabé termina de conformar este trío investigador como un asesor de seguros y es la pata romántica de la historia, realizando una buena labor, al igual que el resto del elenco español que le aportan misterio al relato y sirven como posibles sospechosos del asesinato.
Los aspectos técnicos son correctos, con una ambientación y fotografía que ayudan a generar el clima deseado para que se desarrolle una historia policial de misterio.
En síntesis, “Cuando dejes de quererme” es un policial efectivo que se nutre de otros géneros, que por momentos lo enaltecen y por otros lo perjudican al caer en lugares comunes o forzar las situaciones cómicas cuando predomina la seriedad. Con personajes intrigantes, idas y vueltas, y un clima propicio, el espectador se verá atrapado dentro de esta atractiva historia que habla de distintos amores y lo que cada uno de ellos está dispuesto a hacer por ese amor.