Cuando los chanchos vuelan es una película que encuentra sus puntos más fuertes en el retrato que hace el director uruguayo Sylvain Estibal de la vida cotidiana de la Franja de Gaza, uno de los epicentros del interminable conflicto entre palestinos e israelíes.
El film presenta una serie de situaciones absurdas con un pescador pobre de la zona que se ve envueltos en bizarros enredos cuando entre las redes de su barco encuentra un chancho, que para los palestinos es un animal impuro.
El protagonista en lugar de deshacerse del cerdo busca la manera de hacer dinero con su hallazgo y esto genera que se vea envuelto en un montón de problemas.
La película tiene muy buenas intenciones en expresar un mensaje pacifista entre los dos bandos en conflictos y lo más interesante es la manera en que muestra la vida diaria de una de las zonas más conflictivas del planeta.
Al mismo tiempo que se presenta una sátira política y religiosa sobre las cuestiones que mantienen divididos a estos pueblos, el film narra un cuento disparatado donde el humor repercutirá de distintas manera en el espectador.
En mi caso me pasó que en la mayoría de las escenas graciosas sentí que el humor estaba totalmente tirado de los pelos y el director se esforzaba demasiado en crear momentos cómicos. Hay algunos que funcionan y otros que no tanto.
Tal vez haya gente que encuentre a este film desopilante, pero yo no lo viví de esa manera.
Sí me parece interesante el mensaje pacifista que plantea el director Estibal y el excelente retrato que hizo de este complicado lugar que fue reconstruido a la perfección en la ciudad de Malta.