El perfume de una nueva tierra
Prefiero, antes de centrarme en la película, mencionar algo que me parece de verdadera relevancia. La traducción del título que ha llegado a la Argentina es Cuando los chanchos vuelen. Claramente es muy diferente al título original. Esto no es para sorprenderse, estamos acostumbrados. Lo raro sería que realmente se respetasen los títulos. Lo que llama la atención, eso sí, es que siendo la película un canto a la paz y un llamado al pacto entre los pueblos palestino e israelí, suena a burla la traducción que le han hecho, hasta puedo decir que parece maliciosa.
Sacando este “boicot”, al que considero intencional, podemos decir que la película nos lleva de la mano a conocer desde adentro uno de los conflictos internacionales más intrincados. Y digo esto porque ya llevan más de sesenta años en lucha por un territorio. Aunque, si empezamos a ver mejor, el conflicto ya se fue desarrollando desde antes. Lo cierto es que en 1948 Israel aparece en el mapa mundial como un nuevo país. El territorio se llenó de utopías porque sería la salvación de un pueblo históricamente perseguido. Pero a medida que pasó el tiempo el conflicto se ha agravado más. El territorio asignado por la ONU para el nuevo país ya estaba habitado. Muchos palestinos se vieron forzados a irse de su hogar. Para peor, como producto de las continuas guerras entre los pueblos, Israel se fue apoderando de más territorio. La realidad de hoy es que los palestinos se encuentran cercados en su mismo suelo y encima Israel lo ha hecho todo con un gran respaldo mundial en un principio y ahora con su fiel colega que es Estados Unidos.
Le cochon de Gaza nos sitúa en una Palestina bastante cruda pero, sin embargo, lo hace desde la comedia. Una de las mayores virtudes del film es encontrar calidez en la tristeza. Desde la imagen del mar y esas idas y venidas en bicicleta se fomenta un estado de tranquilidad, sin por ello hacer vista gorda a los problemas que tiene el pueblo palestino. Son, sin duda, las palabras finales el redondeo de un mensaje de paz que se va construyendo durante toda la película. Son constantes, también, los enfoques que contrastan este mensaje antes mencionado con los cercos, el muro que delimita el territorio y los policías que vigilan que todo esté en orden.
Observamos en un momento un cielo dibujado en el muro, simulando una abertura. Es de todas formas un pasaje más pero que marca una distinción. Así son los comentarios de los protagonistas: pequeñas gotas que forman un gran caudal de información. Dentro de la comicidad existe un claro mensaje ideológico, pero al estar planteado desde lo cotidiano resulta mucho más atractivo. Obvio que no es muy cotidiano que digamos pescar un chancho, pero entra dentro de esta especie de sueño y realidad en que se plantea la película. El final tampoco pertenece a lo rutinario, pero ese absurdo es en parte el sentimiento que se tiene sobre el conflicto palestino-israelí (sin desmerecer, en absoluto las convicciones de ambos). Se nos muestra al final cómo los protagonistas huyen y sin embargo su solución es la vuelta a su hogar, aunque con un cambio de visión.
Vemos también cómo se desmitifica a la figura del terrorista. En mi opinión resulta muy interesante porque se manifiesta cómo tendrían que ser y cómo deberían comportarse. Fueron y son los terroristas utilizados por los grandes medios para infundir el miedo y justificar intromisiones como las de Estados Unidos a Irak. Sin embargo, aquí la figura del terrorista es presentada como una construcción mediática.
Resulta asimismo interesante cómo a través de los trabajadores se construye un panorama político de pleno conflicto. En la figura de la joven campesina rusa aparece el sueño de su padre frustrado. Ella va a Israel porque su padre siempre quiso conocerlo, pero no se encuentra con el país que les prometieron a los judíos.
A pesar de la complejidad que presenta el conflicto de estos países encontramos en la película una simpleza tal que permite poner en el tapete la discusión de por qué tantos años el mundo avaló o mejor dicho dio la espalda a esta lucha.