Es una película boliviana, con coproducción de nuestro país, España y Colombia. Esta dirigida y escrita por Fernando Martínez Avedaños tiene como telón de fondo la historia de su país, lo que ocurría en la dictadura de Luis García Meza y una visión sobre como ese aparato represivo y personajes de influencia todavía actúan en la actualidad, a pesar de muchos juicios de lesa humanidad condenatorios. En el argumento un ex represor, ya es abuelo, tiene dos hijos, uno policía y otro empleado de seguridad. El convive con uno de ellos y sus dos nietos. En la historia, con muchos idas y venidas en el tiempo, esta la coincidencia de mujeres que se han ido, la esposa del abuelo y la señora de uno de sus hijos que regresa para reclamar sus derechos. La característica del relato tiene neto corte televisivo, sin demasiado vuelo, y con reiteraciones previsibles e innecesarias en cuanto a la crueldad del pasado, a esos siniestros personajes que nunca conocen en arrepentimiento y están dispuestos a soluciones asesinas.