Es la segunda parte de una futura trilogía que terminará Néstor Mazzini. La primera parte fue “36 horas”. Aquí el protagonista, encarnado por César Troncoso está en un pacífico día de campo con su pequeña hija (Matilde Creimer Chiabrando). En el momento del regreso con la niña cansada y preguntando por su madre, se advierte que ese padre decide quedarse con la pequeña y cumplir con lo pactado con su ex esposa. Un planteo que no tiene un mayor desarrollo y se enreda y reitera. Y además tiene su origen en la no aceptación del hombre de que su ex amor rehaga su vida. Un conflicto donde las reacciones no convencen.