Néstor Mazzini y un conflicto familiar con elementos de thriller
La segunda parte de la trilogía "Autoengaño" dirigida por Néstor Mazzini que inició con "36 horas", es un film en donde la oscuridad subyace en una familia luego de una separación.
Los padres de Flor (Matilde Creimer Chiabrando) están separados, y ella se reparte entre los dos. Pedro (César Troncoso), su papá, la lleva en un viaje de vacaciones por el campo. Van a diferentes hoteles y hostales mientras la niña pregunta por su madre. Lentamente la situación va cambiando y se devela la situación: Pedro tiene recuerdos que lo inquietan de la separación con Erica (Andrea Carballo), la madre de Flor. Al final, todo el viaje cambiará de sentido y la pequeña tendrá que hacer lo imposible para poder volver con su madre.
Es interesante que la película trabaje sobre el thriller psicológico desde una manera visual. El uso de la fotografía y la oscuridad marcan lo que le sucede a Pedro. Lo extraño de su comportamiento se puede ver en su desempeño al cuidar de su hija. Sin duda el tema de la tenencia se convierte en su principal problema y lo trastorna. El relato trabaja desde la tensión psicológica que eso le produce.
Es atractivo que Cuando oscurece (2022) se construya con un punto de giro principal que cambia toda la situación. Al inicio se plantea como un viaje de un padre que cuida a su hija, con una madre ausente, y termina con el padre llevándose a su hija sin decírlo. El uso de los puntos de vista plantea la duda sobre la mirada de cada personaje. Los primeros planos y los espacios generan extrañeza y muestran las pistas para que, al final, se revele la verdadera historia.
Finalmente, es una película climática, de recuerdos, que se adentra en lo psicológico para contar un tema social y legal, desde tres puntos de vista. Los fragmentos de imágenes tienen otra historia dentro que se va mostrando lentamente para que todo cobre sentido y el espectador construya la historia principal. Los protagonistas le dan el tono necesario al relato en cada situación, para generar la emoción dentro de un drama familiar.