Una historia de de secretos familiares, de reencuentros con el primer amor, de cartas sin abrir y confesiones calladas. Una historia contada de manera tradicional que crece al calor del gran trabajo de los actores. En especial, Ana Maria Picchio, inspirada, junto a su propia hija y su propia nieta, divina. Acompañada por la calidad de Manuel Callau. Verlos es un placer.