Por su parte, Albertina Carri, que en "Los rubios" ya había hablado de ella, sus padres desaparecidos y el proceso creativo, ahora en "Cuatreros" se extiende sobre esos mismos temas y agrega otros, como la figura del asaltante y secuestrador Isidro Velázquez, cuya fama se mantiene en un puñado de chamamés y un libro de Roberto Carri sobre "formas prerrevolucionarias de la violencia", usado en su momento para la prédica de Montoneros. Hay todavía más temas, que obligan al uso de pantalla dividida en farragosa conjunción de imágenes y textos, donde la autora vuelca enérgicamente su interpretación del país y la sociedad. El resultado es apabullante, agotador, también inspirador, y algo contraproducente: solo convence a los convencidos. Rodaje en Cuba y el Chaco.