A mediados de los años ochenta, millones de hectáreas fueron anegadas como consecuencia del desborde de ríos y lagunas en la provincia de Buenos Aires. El agua cubrió la totalidad de la ciudad de Bolívar y permaneció por casi dos décadas en esos suelos, dejando los campos totalmente improductivos.
El director Juan Felipe Chorén logra un documental que no sólo muestra esos destrozos de la naturaleza, sino que también enfoca su cámara en esos ganaderos, peones, concejales y gente simple que perdió todo. Documental sin duda elocuente de aquellos años de tristeza y de angustia, Cuerpos de agua es un fiel retrato de esas ciudades inundadas. Pero fundamentalmente es un canto a la decisión de pobladores arrinconados por una naturaleza hostil que los jaqueó durante años. Sobre la base de excelentes primeros planos de rostros carcomidos por el temor, de torrentes líquidos y de pueblos transformados en míseros caseríos, este documento habla bien a las claras del sufrimiento de esa gente que debió, durante décadas, esperar una ayuda que nunca llegó y una esperanza que poco a poco se fue marchitando.