Rachel McAdams salva bastante este film sobre un hombre que puede viajar en el tiempo pero que gana y pierde, por esa característica, a su mujer soñada. Quien haya visto Hechizo del tiempo notará más de un parecido, aunque aquí la cantidad de sacarosa le quita todo ácido a lo que, de otro modo, podría ser una buena reflexión en tono de comedia sobre cómo utilizamos el tiempo que nos ha sido dado.