Maldito Richard Curtis
Maldito Richard Curtis... Así voy a empezar este crítica. Es increíble la facilidad que tiene este hombre para crear buenas historias que garantizan la humedad visual, y por eso lo maldigo, ya que soy de los que se jactan de no caer mucho en la emotividad cinéfila. Con "Cuestión de tiempo" y su anterior trabajo, "Love Actually", perdí la batalla por K.O. Es verdad que por momentos se vuelve un poco cursi de más, y pega con un garrote para producir la catarata lagrimal, pero lo hace sin tapujos, sin querer esconder el golpe, mostrando siempre la mano con la que va a pegar. ¿A qué me refiero? Cuando uno va al cine a ver un producto de Curtis, sabe a lo que se está exponiendo y él nunca engaña con lo que muestra en pantalla. Sus historias son originales, divertidas y tienen un tinte romántico pegajoso y desprejuiciado del cual está orgulloso.
En esta ocasión nos presenta una historia de fantasía en la que Tim (Domhnall Gleeson), un joven inglés medio nerd, cuando cumple sus 21 años puede comenzar a viajar en el tiempo como es la costumbre de todos los hombres de la familia. A partir de esta habilidad, nuestro protagonista tratará de encontrar al amor de su vida, cuestión que eventualmente logra. El nudo de la trama viene por el lado del uso de esta habilidad, que si bien lo ayudará a sortear varios obstáculos que pone la vida, su aplicación no será tan simple y satisfactoria como aparentaba a primera vista.
La película está planteada con mucho humor británico, del bueno, inteligente e irónico, presenta una idea que si bien se ha utilizado muchísimo, tiene un tratamiento bien creativo y bajado a tierra, sin máquinas futuristas ni efectos pirotécnicos. Es una película sobre el amor, la fraternidad y el aprender a vivir la vida. Si no es esto lo que estás buscando, mejor ni te gastes en ir a verla. Ahora, si sos de los que están abiertos a todo tipo de experiencias y no tienen problemas en emocionarse con una relación padre-hijo, hermano-hermana o entre amantes, Curtis te va a sorprender y te va a hacer pasar un buen rato. Para mí, las películas de este director son un buen ejemplo de que se puede hacer comedia romántica con inteligencia, humor del bueno y sin caer en lo clichés típicos del género. Recomendable!