No sabés lo que te espera
Guionista de Cuatro bodas y un funeral y Un lugar llamado Notting Hill, a Richard Curtis no se le puede negar la buena mirada a la hora de escribir comedia, personajes y situaciones románticas. También, diálogos y remates con punch para dejar nocaut a cualquier sensiblero. Todo eso está claro en su tercer filme como director, luego de Realmente amor. También, que se pasa de rosca, y no sólo por naif. La trama se centra en una historia de amor, entre un cuasi nerd, temeroso y perdedor Tim (Domhnall Gleeson, hijo de Brendan) y Mary (Rachel McAdams), con un aditamento. Tim, como todos los hombres de su familia, tiene el que hace veinte años Bill Murray revivía día a día lo que había pasado la jornada anterior, la historia toma ribetes de ingenuidad, que el humor lleva adelante. Dentro del parámetro de la ciencia ficción y la comedia, el disparate es posible y bien aprovechado, salvo cuando el drama golpee a la puerta -no una sino dos veces- y los recursos se vuelvan, en fin, acotados. Todos sabemos que, de una u otra manera, se puede manipular el futuro. La pregunta que despiertaCuestión de tiempoes si vale la pena, y si la vida tendría mejor sabor de saber lo que nos espera. Lo que sí sabemos es que con un personaje como Mary, que saca de la nada frases entrañables para deshacer a cualquier hombre, difícil no caer hechizado. El encanto de los intérpretes -McAdams, Gleeson, el mencionado Nighy, Lydia Wilson como la hermana de Tim, y el imprevisible TomHollander comoHarry- ayuda, suma, aunque lo que reste es la duración de una historia que, tal vez, daba para más, y tamaños talentos quedan algo desperdiciados. Si usted cree que la únicamanera de alcanzar lo imposible es creyendo que es posible, ésta es su película.