El eco de un genero musical con identidad, alegría y baile. Crítica de “Cumbia que te vas de ronda”
Florencia Fico
El documental “Cumbia que te vas de ronda” ofrece un road movie sobre la adaptación de la melodía tropical en distintos países. La recepción de ese sonido como una esencia que habita el pueblo universal “la música” donde el imaginario colectivo puede situarse en cualquier persona, lugar, época, motivo o manera. Por. Florencia Fico.
El argumento de la cinta tiene como lugar de inicio Buenos Aires. El registro exploratorio Cumbia que te vas de ronda traslada de tour a diversos continentes con el el objetivo de hallar los inicios, la actualidad y el futuro del género que engancha a todas las sociedades.
El director Pablo Coronel elabora una road movie que atraviesa océanos, países y localidades con la intensión de saber ¿Qué es la cumbia?.
La hoja de ruta de Coronel tiene una cronología contextualizada para primero entender dónde nace y cómo el género; a través de voces autorizadas. Como por ejemplo : músicos, bandas, managers, Djs, investigadores, directores de orquesta, profesores, bailarinas, coreógrafas, pioneros y referentes. Asimismo va a fiestas populares o barriales, festivales y conciertos donde se da el género musical. Segundo acto el recorrido de su averiguación es traspasar fronteras, continentales y dar un panorama global y se mueve a 10 países: Colombia, Perú, Portugal, España, Japón, Camboya, Vietnam, Chile, Filipinas y México. Y el tercer acto, se trata de un movimiento es experimental, Coronel tiene como objetivo hacer una fusión de las versiones provenientes de esos espacios y juntarlos con su banda que posee tanto cineastas como músicos.
El guión de Pablo Coronel y Analía Bogado implementa el narrador omnisciente en la voz en off de Pablo quien genera una preguntas, comentarios y reflexiones que sirve de nexo o hilo conductor de la estructura fílmica. El documental se apoya en los testimonios, explicaciones y leyendas de los personajes que intervienen. Da veracidad, humanidad, memoria emotiva y recupera las voces de los pueblos con sus saberes y su entusiasmo por la cumbia.
También juega un rol importante la mirada y efecto a los espectadores del género en esos lugares donde se instala un estilo musical que no le es típico. Las letras de las composiciones en subtitulado dan diversidad al temario que posee cada nación.
La fotografía estuvo en manos de todo el equipo de rodaje: Pablo Coronel, Natalia Trzcina, Analía Bogado, Diego Bastos Cunha, Víctor Ferreira, Rodrigo Pereira, Leonor Guerra, Carlos Peredo Díaz, Patrick Esteves, Joao Jerónimo, Alma Takver, Helena Goncalves y Patricio Bicho.
Esta pluralidad de formas de grabar dio grandes escenas con panorámicas de los distintos países. Capturó a la gente en sus miles de reacciones: risas, aplausos, curiosidad, bailes improvisados o con técnica, las caras de asombro, la sensación de libertad que causa, la energía contagiosa, el romance, la unión, la diversión, el recuerdo familiar, la juventud, la infancia, el poder de inclusión, la comunión de etnias, el llanto, la instrumentación nativa de algunos países, las orquestas, los bares, karaokes, las vestimentas autóctonas o costumbres de las regiones.
El espíritu que comentan en el documental: “Un tono cálido amasado de gritos y sol, una estrofa negra, borracha de gaitas vagabundas y golpes dementes de tambor. Estas son las gaitas, las marcas y los guaynes del indio primitivo habitante de nuestras costas. Éste es el tambor que el negro trajo de África. Estos musicales los instrumentos fueron amalgamándose hasta transformarse en una superficie musical de fisonomía propia: la cumbia”.
Además sus condiciones de vida algunos con necesidades económicas, barrios marginados, otros con más desarrollo financiero como Europa o en Japón. Donde las tecnologías se ven más establecidas y los intérpretes tienen mas posibilidades de hacer música original. Se exhiben fiestas de casamiento donde el género se hace presente y las discotecas.
La músicalización de Olmo Marín obtiene de espacios con menos recursos formas de reinventar el género a través de instrumentos. Ya sea con: guitarra eléctrica, clarinetes, cornetas, saxo, flauta, maracas, tambores, distorsionadores de sonido, armónica, acordeón, gaita, bong, xilófonos un universo novedoso de armonías, ritmos, tonalidades, sinfonías, intervenciones y arreglos maravillosos y encantadores. O bien con la mezcla de géneros ya sea cumbia con toques de huayno peruano o como la banda Tomo como Rey que combina con ska, rock y pop.
En contrapunto de los sectores con más poder adquisitivo las alternativas son con bases más electrónicas, cortinillas, trompetas, keytar, sitetizadores, teclados y las consolas de los Djs locales. Las los tópicos de las letras hablan del amor, mensajes políticos, invitación a festejar, contra los perjuicios, la pobreza y los sentimientos de los pueblos.
En el filme conversaron conjuntos musicales y artistas íconos de la cumbia como: Totó la Momposina y Juan Sebastián Ochoa (Colombia); Coco Barcala y Agua sucia y los mareados (Argentina); Los Mirlos y Los orientales de Paramonga (Perú); Celso Piña (México); Rosa Mimosa y sus mariposas (Portugal) y Shogo Komiyama (Japón).
Luego su ópera prima “Cumbia La Reina” que tuvo como foco indagar la melodía tropical en Artentina. El director Pablo Coronel continúa plasmando el escenario sonoro por senderos: inéditos, sorprendentes, ancestrales, innovadores, audaces, brinda intercambios culturales y lecturas muy atractivas, bailables, alegres y libres.
Puntaje:80
Dirección
Guion
Música
Arte
Fotografía
Luego su ópera prima "Cumbia La Reina" que tuvo como foco indagar la melodía tropical en Artentina. El director Pablo Coronel continúa plasmando el escenario sonoro por senderos: inéditos, sorprendentes, ancestrales, innovadores, audaces, brinda intercambios culturales y lecturas muy atractivas, bailables, alegres y libres.