...”El mal gusto se caracteriza por una ausencia de medida”...
...”definición de mal gusto ...en arte, como prefabricación e imposición del efecto”...
…. “el proyecto fundamental es involucrar al lector en una aventura, obligarlo con fuerza advertir un determinado efecto”….
…”En este sentido, la situación antropológica de la cultura de masas se configura como una continua dialéctica entre propuestas innovadoras y adaptaciones homologadoras, las primeras continuamente traicionadas por las segundas: con la mayoría del publico que disfruta de las segundas, creyendo estar disfrutando de las primeras”….
Estos fragmentos extraídos del ensayo “Estructura del Mal Gusto” escrito por Umberto Eco, definiría cabalmente mi opinión sobre “Damas en guerra” que acaba de estrenarse.
Hay más para citar. Ludwig Giesz respecto del mal gusto, en “Fenomenología del Kitsch”, afirma que se trata de “...vulgar pacotilla artística, destinada a compradores deseosos de fáciles experiencias estéticas”….
Pero, en definitiva, no estoy justificando concretamente mi opinión, sólo utilizando textos de otros que la definirían, pues soy de aquellos que piensan que seguramente lo que tenga que decir alguien ya lo habrá dicho antes y seguramente de mejor manera.
Pero este es un trabajo, a veces insalubre, tal el caso que nos convoca, de ver y además comentar esta producción típicamente hollywodense.
Alguien a la salida del cine, no recuerdo quien, me dijo: este es un producto característico realizado para la audiencia media de los Estados Unidos.
Pero entonces ya no estaríamos dentro de la cultura de masas que plantean Umberto Eco y Zygmunt Bauman entre otros, sino en la llamada “midculture”, es una verdad a medias, ha pasado medio siglo desde que vio a luz por primera vez el texto escrito por el italiano y desde entonces han cambiado mucho las estructuras culturales, todo se ha banalizado, y ahora todo se consume indiscriminadamente.
La historia se centra en dos amigas, intimas, desde la infancia, más que amigas, hermanas: Annie y Lilian. Hacen todo juntas. Saben todo la una de la otra. Annie acaba de romper con una relación amorosa libre de toda atadura, en la que no había proyecto alguno, al mismo tiempo Lilian le anuncia que se ha comprometido con su novio y la ha elegido como su dama de honor. ¡Que menos!
Pero no tendrá el privilegio en forma univoca, no será la única. Hay otras, todas quieren ocupar un lugar de privilegio en el acontecimiento y esto da origen solamente al titulo. “Damas en Guerra”.
Entonces lo que se plantea en principio como una comedia romántica termina por cruzar varias veces y de distinta manera la línea del buen gusto. (Ahora estoy explicando la inclusión de los textos, no?).
Deja de ser una comedia para a ser un catalogo de lugares comunes, pero atravesados por fallidos intento de incluir el grotesco, o la parodia, utilizando un humor mucho más burdo que efectivo, no mueve a risa sino que provoca malestar.
Otro de los puntos a revelar es no sólo el discurso, por momentos bastante misógino, sino igualmente la construcción de los personajes masculinos, pero que en definitiva no deja ser una mancha más al tigre.
Si a todo esto le agregamos que ni siquiera es original el planteo del relato, hubo en los últimos años varias producciones del estilo, todas tratando de acercarse, sin lograrlo a esa inteligente comedia que fue “La Boda de mi Mejor Amigo” (1997), entonces termina por ser un clishé extremadamente aburrido.
Pero no se queda ahí. El cúmulo de errores cometidos en esta producción, tampoco es fácil lograr que actrices que han demostrado ser muy buenas comediantes, en esta película fallen sistemáticamente, por lo que también se podría definir al filme como un desperdicio de talentos.