Hacía falta una película como esta para que Kristen Wiig tuviera su reconocimiento por fuera de la pantalla chica. Hace años que es parte de Saturday Night Live, aunque el éxito lejos del selecto grupo cómico nunca ha estado garantizado. Por más mínimo que sean sus papeles, Adventureland, Walk Hard: The Dewey Cox Story o Knocked Up para nombrar algunas de las películas en las que participó, siempre cumple aportando su cuota de talento, como una versión femenina de Bill Hader, a quien bien le vendría un protagónico. De a poco ha ido ganando más tiempo en cámara, Paul por ejemplo, pero Bridesmaids es la oportunidad que estaba esperando, por un lado para mostrarse como una guionista muy capaz, pero también como una gran comediante con posibilidades de encabezar un proyecto por su cuenta.
Y el film con el que lo hace es un clásico Apatow que, por primera vez, está protagonizado por mujeres. El abanderado de la bromantic comedy, a base de divertidas historias sobre la amistad entre hombres, abre las puertas para que surja un cine femenino diferente, disfrutable por cualquiera, sin caer en la previsibilidad de una chick flick.
Annie está en un mal momento de su vida. Su panadería fue a la quiebra gracias a la situación económica del país, no tiene novio, el hombre que frecuenta la hace sentir miserable y, por sobre todo, Lillian está a punto de casarse. Ella puede soportar esto en forma estoica, pero no tolera que la perfecta Helen trate de arrebatarle a su mejor amiga. En un sentido tiene eso que volaba por encima de Superbad, ese saber que la vida sigue y que el momento en que se encuentran no es el mismo de antes. Esa escalera mecánica que distanciaba a Seth y Evan para transportarlos a otra etapa en la que su amistad atravesaría su prueba más difícil, es lo que ve Annie en cada propuesta de la otra, un obstáculo más en una relación de años, una brecha que se agranda en forma inevitable.
Con esto pensado la película se desenvuelve sola. El único problema del film de Paul Feig es el mismo que afectó a otra gran película como es Funny People, una extensa duración que magnifica los tiempos muertos y resalta la falta de gracia de ciertos fragmentos. No obstante, con un buen grupo de actrices para acompañar, notable Melissa McCarthy, diálogos originales, situaciones desopilantes y una carga emocional que en más de una ocasión estalla, Bridesmaids se presenta como una de las mejores comedias de la temporada.