Ensayo sobre la Soledad II
Hace un mes atrás decía que me había impresionado mucho la interpretación de Lesley Manville en Un Año Más de Mike Leigh y la mirada que tenía el director acerca de la soledad femenina, cuando llegan a los cuarenta. Salvando distancias visuales (Paul Feig no aporta una sola idea cinematográfica, lo cuál contrasta con el poder de sugestión y sutileza de Leigh),e intenciones sobre la forma en la que Judd Apatow, productor, trata de vender Damas en Guerra, es muy interesante la mirada que Kristen Wigg, en su calidad de intérprete, guionista y co productora tiene sobre el mismo tema, en la sociedad estadounidense.
Hace tiempo vengo siguiendo a la actriz de Saturday Night Live, sucesora natural de Tina Fey acaso, por su versatilidad creativa, pero menos cínica y depresiva. De hecho, lo que hace más interesante a Wigg que Fey es que esta última no puede salir de un personaje. Siempre estuvo atada a un estereotipo creado para sí misma, mientras que Wigg tiene mayores facetas, que le permiten tener niveles de comicidad diversos, lleno de matices. Además posee un talento mucho más natural y verosímil a la hora de afrontar desafíos dramáticos. En este momento podemos disfrutar en cartel toda su versatilidad en la comedia Paul.
Pero esta vez, al ponerse al hombro toda una película la responsabilidad se duplica y si la misma realmente logra mantener el interés durante las alargadas dos horas, es porque Wigg es tremenda.
Si bien comparte similitudes con obras como Virgen a los 40, del propio Apatow, que a través del humor burdo, y situaciones surrealistas, el director podía ahondar en la soledad masculina en los 40, Wigg no construye un guión contrastado (la película tenía una hora muy divertida y otra muy dramática), acá el código es mucho más equilibrado. La película es una especie de montaña rusa entre momentos patéticos y absurdos hilarantes, con otros realmente depresivos. Este contraste permite que la obra sea más original. Uno de los pocos logros de Feig como director es no haber puesto música de fondo para en varias escenas humorísticas para resaltar el efecto. Los gags tiene elementos básicos, Keatonianos (el principio) y otros televisivos (los sketchs en la Casa de Novias o en el avión). Feig no se da con mucha imaginación para filmar escenas sexuales de forma sensual. Es un poco deprimente ver relaciones con los intérpretes vestidos como en una sit com.
Más allá de eso, es verdad que hay momentos muy buenos e inteligentes y sobretodo un elenco muy sólido encabezado por supuesto por Wigg, Maya Rudolph (espero que su boda con Paul Thomas Anderson no haya sido así) y Melissa Mc Carhy. Una lastima ver a la gran Jill Clayburgh en un rol menor (fue el último, ya que falleció en noviembre del 2010). También se destaca Chris O’ Dowd, el gran protagonista de la serie inglesa The It Crowd. Rose Byrne, por otro lado resulta un poco más simpática en comedia que en drama (tratando de olvidar su personaje de X Men: Orígenes).
Gracias a ingenio, buenos diálogos y la inteligencia para convertir la crisis interna y económica (infiltrada sutil, pero astutamente) en humor, Kristen Wigg sorprende como escritora. Damas en Guerra resulta una interesante crítica a las mujeres y costumbres estadounidense, pero también hacia la misoginia y la discriminación sexual.
Se puede decir que hay algo de ¿Qué Pasó Ayer? y especialmente Despedida de Soltero, pero detrás del humor, se esconde la misma incertidumbre que Un Año Más: “Estoy sola, tengo 40 años y trabajo en un lugar que no me gusta. ¿Qué hago?”
Wigg pone la otra mejilla y responde positivamente, con esperanza, valorando el significado de la amistad y creyendo que el cambio es posible. Básicamente, el sueño americano.