Apatow inaugura el género "Vom com"
Todos sabemos del impacto en cifras del fenómeno "The hangover I y II" en la taquilla. La "nueva comedia americana", se viene nutriendo de éxitos repitiendo más o menos la misma fórmula (recordemos, la línea es contar historias donde hombres entre 30 y 40 inmaduros -losers- se enfrentan a algún ritual social de impacto y viven situaciones divertidas donde prima lo escatológico, con alto contenido sexual y alguna secuencia bizarra como estandarte) y ya era hora de que las mujeres se subieran a la tendencia.
Judd Apatow produce "Bridemaids" con esa intención: juega a traspolar el cine predominantemente masculino que le da rédito, en el género femenino. El resultado, un pastiche denso y sádico que abruma por duración y lo pobre de su naturaleza: intenta ser una romcom (romantic comedy) pero casi nunca hay romance y ni hay comedia (y si me preguntan, por ahí leí que podríamos definirla como una "vom com" con todas las letras!!).
"Damas en guerra" es un ejercicio de reflexión sobre la condición femenina de un grupo de chicas con problemas. En eso coincidimos, y hasta le dimos la derecha cuando el film se presentó bajo esa premisa y buena crítica internacional, antes de caer rendidos con su soporífera trama. Lo que no le perdonamos a Paul Feig (su director, un hombre de la tevé americana) es que no sea divertida. A nadie le dejo pasar eso en un producto de este tipo y no hay excusas. No me reí en ningún momento de la cinta a lo largo de los eternos 125 (!!!!!!) minutos de duración, lo cual es preocupante.
Que quede claro que a mi me gusta el género. Y hasta me cae bien Kristen Wiig, a quien seguía en aquellos delirantes episodios de "Saturday Night Live" allá por mediados de la década pasada. El problema aquí, es que estas mujeres no tienen gracia alguna, sus vidas son miserables y la cadena de eventos que viven son desagradables. Todo gira sobre un evento importante que nunca parece llegar y al que marchamos consiguiendo abundante quitamanchas para nuestro vestuario, porque el film se salpica todo amigos.
Ya se, ustedes dirán..."pero no es así en otras cintas de este estilo e igual funcionan?"... Es cierto! Creo que Apatow y Feig quisieron imitar algo de la fauna de "The hangover" (perdón por volver a esta referencia pero la veo clara y es útil para entender la comparación) y hasta generaron "caracteres mellizos" como el del personaje jugado por Melissa McCarthy que es, increíblemente, el alter ego del gordito retardado que hace Zach Galifianakis en la otra franquicia... Pero aquí, no tiene nada de gracia.
"Bridemaids" es la historia de una chica que se casa, Lilian (Maya Rudoplh) y que organiza a sus damas de honor de cara a su compromiso. Dentro de ese grupo, seguimos con atención a Annie (Wiig), quien es la histórica mejor amiga de Lilian y debe ocupar (según ella cree) un lugar de decisión a la hora de la planificación de los eventos que anteceden a la gran fiesta. Sí, Annie es una rubia simpática que no tiene suerte en la vida. Bue, digamos que sus decisiones no la ayudan mucho (se hace camino al andar), está sola (su novio la dejó), quebrada económicamente (invirtió sus ahorros en un negocio y se fundió), tiene problemas de vivienda (vive con dos hermanos freaks que pretenden desalojarla todo el tiempo) y odia su único y actual empleo en una joyería donde le ladra a los clientes delante de sus propios jefes.
Esta en la mala, pero siente que su amiga del alma la necesita e intenta liderar a este raro grupo de mujeres (cada personaje tiene su tema!) compitiendo con la nueva "buddy" de la novia, la impecable y delicada Helen (Rose Byrne) quien choca social y afectivamente con ella de mala manera todo el tiempo. Veremos varios eventos en los que las "damas de honor" participan antes del casamiento y en cada uno de ellos sufriremos una tanda de fuertes gags escatológicos de diversa intensidad. Porque en el medio de todo esto, Annie encima va a enamorarse.
Algunas mujeres dicen que lo bueno de "Bridemaids" es que explora la amistad femenina. No lo creo. Durante más de dos horas solo verán vómitos, ruidos nauseabundos de origen estomacal, fluidos corporales que van y vienen, mujeres borrachas y agresivas en distintos planos y un puñado de escenas donde los golpes bajos se hacen presentes con fuerza (al final, especialmente). Ni hablemos de cómo se presenta a las mujeres desde el punto de vista del género.
En pocas palabras, lo que los varones hacen en propuestas similares, las chicas pueden recrearlo y subir la apuesta (!!!).
Una enorme decepción. Más de dos horas de mi vida en la sala... Desaprobada, lisa y llanamente.