Una profanación y la ciencia
El documental sigue el derrotero del cadáver de una aborigen, que era objeto de estudio aún antes de morir.
¿Dónde empieza esta historia? ¿En el genocidio perpetuado por la colonia?¿En esa matanza de aborígenes en territorio ancestral Aché, en Paraguay? ¿En la naturalización de la supremacía cultural de Occidente? Damiana Kryygi, el documental de Alejandro Fernández Mouján, es película y es símbolo de una humillación que persiste.
Sigue el rastro de Damiana, cruel representación de esta historia. Y tiene una foto como origen, tomada una fría mañana de 1907, con Damiana obligada a posar desnuda para los estudios del antropólogo alemán Robert Lehmann Nitsche. Tenía 14 años, y estaba ya recluida en el hospital Melchor Romero, despojada de su historia, convertida en objeto de estudio. Tomada de rehén en el medio de la selva, con su madre asesinada a machetazos, tuvo destinos varios, hasta su muerte, ocurrida dos meses después de la foto en cuestión.
Mouján propone con acierto varios caminos a seguir. El de la investigación antropológica con datos impactantes. Muerta Damiana, llevaron su cuerpo al Museo de La Plata, separaron su cabeza y la enviaron a Berlín. Profanación y ciencia, lo que llaman un caso de museo. El de la bestialidad de la colonia, que diezmó a los guayaquíes como a tantas otras tribus, en cacerías mortales, esclavización, chicos cambiados por ganado, siembra directa. Y el de una actualidad de restitución tardía, una lucha que continúa con rituales y memoria en parajes hoy cubiertos por el agua o las plantaciones de soja.
Varias ópticas para recuperar una historia, aunque los antropólogos los sigan estudiando, y todavía hoy vengan a medir sus cabezas. ¿Quién dicta esos cánones de estudio? Una foto, unos cuantos huesos, un cráneo sobre un escritorio en Berlín con un científico alemán contando su derrotero. Y exquisitas imágenes de la selva, los pozos, las chozas y los rostros marcados por la barbarie real. Violencia inclasificable la de la matanza y la del despojo cultural, de este antiguo pueblo nómade de cazadores en Paraguay, en la historia, la sangre y los ojos de Damiana, que todos deberíamos mirar.