Documental respaldado por una buena investigación
Selva paraguaya, primavera de 1896. Un colono descubre que los indios le mataron y comieron un caballo. A tiros y machetazos, él y sus hijos matan a tres infelices y alejan al resto, que deja una nena olvidada. Los blancos la criarán como sirvienta. Enterados del hecho, dos antropólogos llegan al lugar y se llevan para posterior estudio utensilios abandonados, el cuerpo de una de las víctimas, y la nena, que con el tiempo termina en San Vicente.
Según reseñas, ella trabaja en un hogar, incluso aprende a hablar en alemán, hasta que inicia su vida sexual con tanto entusiasmo que llega a matar al perro de las casas para que no la descubra cuando hace entrar algún hombre a su habitación. Así las cosas, la internan en el Melchor Romero, donde pronto muere víctima de una tisis galopante.
Tal es la historia de una indiecita que sólo alcanzó a vivir 14 años. Otra historia, de 116 años, es la de sus restos, catalogados, seccionados, repartidos, encajonados y resguardados en el Museo de la Plata y la UniversitTMtsmedizin de Berlín, hasta que fueron devueltos a su comunidad de origen, los aché de Ypetimí, que los recibió emocionada con particulares ceremonias, entremezclando cánticos indígenas y evangélicos en su lengua. Varias cosas cambiaron durante su larga ausencia. Gran parte de la selva hoy es campo de cultivo. Pero ellos, antigüos dueños de la tierra, siguen siendo despreciados y exterminados.
Interesante, muy informativa, respaldada por una buena investigación y una producción que abarca desde la selva sudamericana hasta la vieja Europa, "Damiana-Kryygi", del veterano documentalista Alejandro Fernández Mouján, también encierra (pese a sí misma) otra historia: la de los estudiosos que recorrieron estas lejanías, comprobando científicamente que los indios no eran el eslabón perdido, sino personas similares a las de otras sociedades más avanzadas. Hoy sus métodos de investigación se denuncian como denigrantes, racistas, etc., pero entonces eran un parámetro normal. Y sus apuntes, leídos por el relator, dejan percibir el humanismo que los impulsaba.
Un acierto, haber incluido en la narración obras como "Anales del Museo de La Plata, 1896", de Charles de La Hitte, "Relevamiento antropológico de una india guayaquí, de Lehman-Nitsche, a quien además debemos gran cantidad de recopilaciones folklóricas y lingüísticas, "Por tierras y mares. Paraguay 1896-1897", del holandés Hermán Frederik ten Kate, que ya venía estudiando huesos humanos de pueblos europeos, había convivido con pieles rojas y nativos del Orinoco, y después se fue al Extremo Oriente, toda gente traida por el perito Francisco P. Moreno, y que bien se merece una película propia.