De ahora y para siempre es de esos films que si te agarran en un momento de bajón emocional te puede terminar de destruir porque es muy fuerte.
Aquí no hay ningún spoiler porque ya se puede leer en la sinopsis: es una historia real de una mujer lesbiana que padece de una enfermedad terminal y que lucha apara obtener derechos igualitarios.
Gran parte del mundo occidental ha avanzado mucho al respecto en los últimos años por eso este film es importante, porque da testimonio de una gran causa y la manera en la cual está narrada te atrapa y sumerge en ese mundo.
El director Peter Sollett, quien ya nos había regalado la genial Nick and Norah’s Infinitive Playlist (2008) y que hace poco hizo debutar con todo la serie Vinyl, demuestra gran compromiso con esta obra.
Julianne Moore y Ellen Page están excelentes en sus papeles y de ninguna manera sería justo juzgar a sus personajes por estereotipados dado a que sus contrapartes en la vida real hablaban y se vestían de la forma en la cual fueron interpretadas.
Este estreno es un melodrama, no se puede negar eso. Lo que no implica que no sea una buena película porque realmente lo es. Hace llorar pero deja un mensaje y apoya una buenísima causa aún cuando todo sea previsible (el único punto flojo del film).
Así que si la duda radica en secar o no los lagrimales sepan que van a tener que hacerlo pero que valdrá la pena.