CODICIA Y CHANTAJES
Es una pena haber desaprovechado otra buena novela de Patricia Highsmith, con dobles, roles intercambiables, sorpresas y fraudes. Los personajes son una pareja de norteamericanos visitando Grecia y un guía, que primero quiere aprovecharse de ellos y termina –como le gusta a Highsmith- implicado. Las ruinas de Grecia anticipan el derrumbe de una pareja sostenida en la estafa. Hay una amenaza, un crimen, un deseo no dicho. La pasión y la codicia rondan. Los dos hombres se recelan y se necesitan. Y en el fono está Colette, la mujer, que será a un tiempo botín y excusa. La novela daba para un dibujo más sórdido y oscuro. Pero el filme se queda en el paisajismo, no sólo para mostrarnos Grecia sino para dejarnos ver muy por arriba el alma oscura de estos personajes desolados. Las vueltas de tuerca sostienen el interés, la culpa va de un lado a otro. Una historia espesa que merecía un trazo más intenso y sombrío.