Su desarrollo es intimista, con cierta calidez que se logra a través de la fotografía. Este es el reencuentro de tres hermanas que hace 2 navidades que no están juntas, y se reúnen después que su madre fallece para poner en venta la casa de su infancia y su adolescencia. Daniela (Florencia Repetto), trabaja en una agencia de producción y está escribiendo una obra de teatro, vive en pareja en Canadá y dada la distancia fue la hermana ausente; Laura (Yanina Romanin) está embarazada de Felipe y su esposo es Miguel, necesitan el dinero y Alejandra (Florencia Carreras), es la que cuidó a su madre, no suele tener una pareja duradera, es la que menos cuenta y la más introvertida.
Una vez juntas en esa casa que se encuentra llena de recuerdos aparece la nostalgia y comienzan a salir a la luz: las heridas, el abandono, la tristeza, un pasado no resuelto, los secretos y el amor. La trama toca un tema universal; las relaciones entre hermanos adultos ante la falta de los padres, aquí todo transcurre en un día, con diálogos superficiales que no resultan del todo interesantes, le falta emoción y dinamismo. Con la utilización del flashbacks se muestra un poco más de ellas, aquí no se ven hombres, solo las relaciones entre las hermanas, hay situaciones que se resuelven de golpe y su relato no termina de llegar al espectador.