La historia es real y transcurre a fines de los `90, en el Monasterio de Atlas, en Argelia. Ocho monjes han vivido hasta ese momento en plena armonía con la población musulmana. Nada parece vulnerar esa calma. De pronto estalla la violencia y un grupo de fundamentalistas islámicos asesina a un equipo de trabajadores extranjeros. El pánico invade la región. El ejército ofrece protección a los monjes, pero éstos la rechazan. No confían en un gobierno viciado de corrupción. La opción entonces sería regresar a Francia, su país de origen, o quedarse en ese lugar que consideran su hogar, y aceptar los riesgos. Los hechos, ocurridos en 1996, conmovieron a Francia cuando un grupo de religiosos de Atlas fueron secuestrados y luego asesinados sin la menor piedad. El film es un registro puntual de lo ocurrido y enfrenta a esos hombres a una decisión crucial ante la agresión externa. Mereció el Premio Especial en el último Festival de Cannes.