Nada en el país vecino sucede como esperaba el protagonista, que no mide las consecuencias de sus decisiones y se ve involucrado en situaciones desopilantes. Ignacio se convierte en la viva figura del anti héroe vagando sin rumbo por Valparaíso, como una analogía de la vida misma, perdido, sin saber a dónde ir o si quedarse quieto esperando a ver qué pasará con su destino.