Romina vuelve a la casa familiar, después de haber sido madre. Alejada de su novio, el padre de su hijo, se refugia en la casa de su madre Mónica. Allí comienza a repasar su vida y la de su madre, mientras tantos intentar encontrar respuestas a todas sus preguntas.
Con un tono autobiográfico que incluye variedad de soportes para contar los diferentes momentos de la historia familiar, con lo autorreferencial como centro del relato, la película brilla más por sus intenciones que por sus resultados. Sus temas tienen más ambición que la forma en la que finalmente son analizados en esta mezcla de ficción, documental, cine moderno e introspección.