Soñar con una vida mejor
Gonzalo o Gonza vive en una villa aledaña de Buenos Aires. Marginado por la sociedad trabaja de "trapito". A pesar de sus problemas con la Justicia, con las drogas y con la violencia callejera, este personaje desea escalar posiciones, alejarse de la miseria que lo rodea y construirse un porvenir que le permita dejar atrás ese micromundo en el que se debate continuamente. Su idea es cursar el bachillerato en una escuela popular junto a un heterogéneo de jóvenes y adultos.
Con la indudable necesidad de poner en pantalla esta problemática a través del ojo del documental, el director Javier Di Pasquo se insertó en las tareas diarias de ese muchacho que sueña con una vida mejor. La tarea del realizador, sin duda conocedor de los peregrinajes de esos muchachos dejados de lado, se cumplió a medias, ya que el guión se alarga innecesariamente a través de las reiterativas caminatas del joven, de las escenas de la escuela y de los diálogos, algunos con serias dificultades de sonido. No deja de ser interesante, sin embargo, la presencia de jóvenes y adultos que en esa escuela se mezclan en una combinación heterogénea de compañerismo y de tolerancia para discutir los problemas de la sociedad.
De trapito a bachiller se convierte, así, en una cálida mirada a ese espacio en el que muchos intentan forjar su porvenir, pero las reiteraciones hacen que este documental se torne por momentos fatigoso y no logre su propuesta.