La película arranca con los mismos recursos: un montaje hecho con una canción clásica. Tenemos a Wade en el centro de la escena diciéndonos que para entender lo que pasa, tenemos que saber qué ocurrió hace seis semanas. Y el miedo de que veamos una especie de remake de la primera puede que nos invada. Nada más alejado de la realidad: Deadpool 2 es fresca, es original, sabe en qué medio se está moviendo y juega con eso. Es una sorpresa y una alegría que, en el mundo de las películas superheroicas, podamos contar con “the merc with a mouth” para darnos algo original.