En esta segunda parte , Deadpool (Ryan Reynolds) debe proteger a un joven mutante llamado Firefist (Julian Denisson) que está fuera de control y es perseguido por un mutante proveniente del futuro conocido como Cable (Josh Brolin) que intenta matarlo para evitar futuras catástrofes
Wade Wilson (Ryan Reynolds) es un ex mercenario quien es diagnosticado con un cáncer terminal y termina en un centro de experimentos donde mediante distintas pruebas (torturas) logran activar el gen X en su cuerpo.
Tiene la habilidad de sanar cualquier tipo de herida o mutilación, además de ser un completo bocón. Se debate entre acabar con aquellos que lo dañaron o salvar a Vanessa (Morena Baccarin), el amor de su vida
En el año 2016 Deadpool fue la gran sorpresa en las carteleras de cine alrededor del mundo recaudando US$783.1 millones en la taquilla global. Sacado de las páginas de los comics de Marvel como sus compañeros de estudio, los X-Men.
En esta entrega , para hacerle frente a Cable, Deadpool reúne a un equipo llamado X-Force formado por Domino (Zazie Beetz), Shatterstar (Lewis Tan), Zeitgeist (Bill Skargard), Bedlam (Terry Crews) . Además vuelven a por su ayuda Colossus (Stefan Kapičić) y Negasonic Teenage Warhead (Brianna Hildebrand) los únicos X-Men que parecieran habitar en la mansión.
Deadpool 2 repite la fórmula de la primera, es ácida y graciosa, no le hace asco a la sangre ni a las mutilaciones. Ryan Reynolds se permitió reírse de todos pero principalmente de sí mismo (nunca nos vamos a aburrir de su eterno arrepentimiento con Linterna Verde).
Parecía imposible superar lo que salió de la primer entrega pero se mantiene al nivel, el cambio de director no fue un gran impacto, recordamos que Tim Miller dió un paso al costado y tomó su lugar David Leitch (John Wick).
La química entre Brolin y Reynolds resulta divertida, los cameos son una caja de sorpresas y la introducción de personajes nuevos (y no tanto) resulta acertada.
La banda sonora está a la altura, desde Celine Dion hasta Skrillex. Quizá con unos minutos menos habría funcionado igual pero tampoco es una queja. Se sostiene la rotura de la cuarta pantalla, ya que en todo momento se hace presente la interacción con el público.
Si disfrutaron la primera esta no se queda atrás , pero no logra superarla. No defrauda y mantiene la esencia, a los fans de los cómics les sacará más de un sonrisa y los no fans también.