Recordemos que “Deadpool” rompió las taquillas en el 2016, ahora vuelve pero bajo la dirección de David Leitch, el mismo de “Atómica”.
El bueno de Wade Wilson que tiene súper poderes, ahora piensa en formar una familia, desea tener un hijo con su amada Vanessa (Morena Baccarin; “Deadpool”, “Spy”). A partir de un hecho que sucede le toca proteger a un adolescente gordito y encantador llamado Russell (Julian Dennison) que tiene poderes para incendiar personas u objetos.
Aparece en acción el hombre máquina Cable (Josh Brolin, “Vengadores: Infinity War”) que quiere eliminar a Russell y a cualquiera que se interponga, por lo tanto Deadpool se une a distintos personajes increíbles, en una grata sorpresa porque los enfrentamientos son geniales, al igual que su despliegue.
Suele decirse que segundas partes no son buenas, eso en esta ocasión no sucede, tiene más acrobacias, es más entretenida, contiene más acción, más agilidad, buenas coreografías en el caso de las peleas, la cámara lenta, está todo potenciado, con mucho humor de todo tipo y muy creativo.
Todo el carisma que nos ofrece su protagonista Ryan Reynolds (“X- Men Origenes Wolverine”), es genial, brillan en la pantalla, se burla, hace comentarios mirando la cámara, bien sustentado por un elenco secundario, hay cameos a los que deben estar atentos para no perderlos y su desarrollo está bien contado.
Los diálogos son ingeniosos se citan a varios personajes como Chayanne, entre otros, la banda sonora cuenta con una buena selección de temas musicales ochentosos. Entre los créditos finales hay escenas extras y sorpresas. Solo nos resta esperar “Deadpool 3”.