Deadpool

Crítica de Martín Escribano - ArteZeta

Acaso la película “de superhéroes” más sarpada (y hasta vulgar) que se haya visto. Con un tono distendido que va mucho más allá que el que entregó Marvel con Guardianes de la galaxia y Ant-Man, Deadpool opta por potenciar la autoparodia, romper la cuarta pared repetidamente, bardear a su propio estudio ya desde los créditos iniciales y abrazar de a ratos el slapstick violento y el gore.

Lo de Ryan Reynolds hace acordar de a ratos al Jim Carrey de La máscara o Ace Ventura. Así como Iron Man y Robert Downey Jr. se llevan de maravillas, el papel de Wade Wilson le calza a la perfección y lo redime del bochorno que fue Linterna Verde. Morena Baccarin (la Sra. Brody de las primeras temporadas de Homeland) sorprende como el interés romántico del antihéroe.

El director Tim Miller, que viene del mundo de los cortometrajes, sale victorioso de su ópera prima pero deberá estar atento pues la constante autorreferencia resulta un tanto abrumadora. La secuela, que ya tiene fecha para el año que viene, va a necesitar innovar si pretende salir airosa.//∆z