Sufrimiento. Esa es una buena manera para describir a esta cinta porque se somete al espectador a 100 minutos de los más tortuosos.
Y no porque la película sea mala porque no lo es, sino por su temática: un bebé con cáncer.
O sea, se puede hablar de las excelentes actuaciones de Valérie Donzelli y Jérémie Elkaïm, quienes como los padres del chico se lucen en la pantalla mostrando un gran abanico de emociones de las más creíbles, pero surgen la preguntas: ¿Por qué? ¿Es necesario que una persona por voluntad propia pague una entrada para sufrir por más que el film cuente y refleje una historia real?. El espectador sabrá…
Algo para destacar además de las actuaciones es la gran puesta en escena por parte de la protagonista quien también resulta ser la directora de este estreno.
El ritmo es vertiginoso y rápido como una película de Hollywood por lo que carece de los tiempos clásicos del cine francés y ese no es un dato menor para los potenciales espectadores argentinos. Incluso hay un pseudo número musical en el medio.
Por último, también hay que mencionar un muy buen uso de mezcla de estilos en la banda sonora, algo clave para el modo en el cual el film está narrado.
Declaración de vida es una buena película que no resultará pesada pero que asegura muchas lágrimas (y de las crueles). Están avisados.