El único recuerdo que le queda a Delfín (Valentino Catania) de su madre es un cuaderno que ella le preparó a lo largo de su embarazo. Solo eso y el nombre naif y soñador que la mujer eligió, según recuerda su padre (Cristian Salguero), para que todo el mundo sea suyo. El pequeño parece haber heredado ese espíritu soñador siendo su máximo deseo convertirse en un miembro de la orquesta de niños del pueblo vecino, Junín. Claro que eso no es una tarea sencilla teniendo en cuenta la realidad que lo envuelve.