Su traducción “confianza” es un concepto que ronda subyacente a lo largo de toda la película para ponerse de manifiesto recién al final.
Un drama contado con altura e inteligencia, pero sobre todo con mucho realismo. Puede que muchas escenas suenen demasiado inverosímiles pero es justamente allí donde muestra lo más real de estas situaciones y cómo opera la psicología de unos y otros.
Decía que esta contado con altura e inteligencia, y es que desde el guión y la dirección, no se hace uso en ningún momento del golpe bajo o la tragedia efectista, sino que apela a la sencillez y casi invisibilidad en donde estos hechos suelen encontrar su mayor poder.
Tengo que destacar las interpretaciones, de todos, pero a mi entender sobresalen la de Keener (aunque su personaje no tiene el desarrollo que se merecía) y la de Owen que tiene, éste sí, un personaje increíble desde el guión, con un desarrollo extraordinario y al que Owen le otorga la interpretación exacta para que ese proceso interno se vea tan traumático como creíble.
Como punto negativo, creo que se podría haber desarrollado mucho más el personaje de la madre y el de la protagonista (aunque en ésta, aún pudiendo tener más desarrollo, las escenas y acciones seleccionadas logran mostrar de principio a fin el universo del personaje).
SPOILER, SE HABLA DEL FINAL AQUÍ
Y para terminar esta reseña, hablemos del final, tan perfecto como monstruoso, siguiendo la misma línea de todo el filme: la sencillez y veracidad.
Y uno no puede más que recordar las líneas de dialogo que ha dicho la protagonista a mitad de película “… seguro le caería bien. Antes, claro.” (o algo así era lo que decía). Claramente tétrico.
YA NO HAY SPOILER, LEE TRANQUIL@
Una peli muy recomendada que se centra en el universo psicológico y pinta un gran problema de una manera tan verídica que parece irreal. Para quedarse pensando.