Un juego conocido
Como en esos juegos de suspenso, donde cada carta que se saca es una pista que dilucida nuestras dudas y nos permite resolver el caso, Desconocido dosifica muy bien el suspenso y la acción construyendo un relato que entretiene y sostiene la intriga casi hasta el final, cuando recordamos que con esas cartas ya jugamos.
Liam Nelson, de excelente interpretación, es un científico que llega a Berlín con su esposa para una conferencia, pero su realidad cambiara abruptamente cuando se de cuenta que olvidó su maletín en el aeropuerto y regrese a buscarlo.Foto1
Tal vez esta breve sinopsis esta orientada a destacar lo que considero el elemento mas atractivo del film, que el espectador sabe lo mismo que el personaje y solo el suceder de los hechos develara el misterio.
La perdida de la memoria y la identidad son meros disparadores en un relato que privilegia la acción, con persecuciones de autos, accidentes y explosiones, sosteniendo el suspenso con giros y vueltas de tuerca que cumplen con los cánones estándares de este genero, pero que sus personajes explican demasiado alterando por momentos la atención del espectador. “No arrojar al espectador información constantemente” Algo que en los manuales de guión no se recomienda y viene destacado en negrita, ya que el cerebro actúa por ciclos y no puede al mismo tiempo recibir la información, procesarla y pretender seguir con fluidez el hilo de la historia. A no ser que se valga de ingeniosos recursos expresivos como lo hiciera P. Greengrass en Identidad desconocida (2002), donde la cámara en mano y el re-encuadre dentro de los mismos planos potenciaban el relato.
Foto2Pero lejos está este film de innovar expresivamente, aunque es de destacar la muy buena fotografía, en una fría Berlín que tiene su homenaje en el detective privado y ex agente de la Stasi (Bruno Ganz), orgulloso de sus recuerdos y tan eficiente como antes.
Así es como la paranoia y conspiración solo son motivos temáticos desaprovechados en este film que lo alejan del thriller psicológico para reconocer cada vez más sobre el final la contundente influencia de Identidad desconocida, que renovaba en cierto sentido el cine de espías.