Un susto al imperialismo
Colombia es el escenario donde transcurre este thriller con elementos sobrenaturales, dirigido por Lluís Quílez, y que cuenta con las actuaciones de figuras norteamericanas de perfil medio como Julia Stiles, Scott Speedman, junto al más reconocido Stephen Rea habitual comodín para encarnar papeles secundarios con peso.
La idea o intención del director español obedece a despojar de toda pátina exótica el contexto en el que una familia norteamericana vivirá la pesadilla en suelo de país subdesarrollado, espacio donde en pos de los negocios de una multinacional se desatan tragedias en la población, pero la espiral de silencio y las coordenadas invisibles del poder y la corrupción dejan ocultas en supersticiones o sencillamente en el cinismo de quienes no sufren las consecuencias de los negocios espurios.
Ahora bien, la introducción de una leyenda donde la principal atracción son niños encuentra su blanco perfecto en la hija del matrimonio, como vehículo para que el drama de la criatura extranjera actúe de puente reflexivo y mediante esa excusa emerjan los mecanismos de la toma de conciencia forzada en los personajes.
SI bien esta estrategia a veces resulta un tanto forzada, la película encuentra su tono y respira cuando se aparta de la problemática social para abrazar algunos códigos de película de fantasmas, aquí adaptado a la historia arcaica del lugar.
También el juego de contrastes entre los lugareños y la mirada extranjera de esa realidad palpable es una de las interesantes ideas que desde el guión encuentran su fundamentación más que desde lo cinematográfico como espectáculo visual.