Sigue renovandose la cartelera de uno de los géneros más elegidos por el público local, el terror. En esta oportunidad, nos llega "Desde la oscuridad", coproducción entre Colombia, EEUU y España que llegaba respaldada nada menos que por los hombres detrás de la interesante "El orfanato". Lluis Quilez, realizador de cortos, fue el elegido para llevar adelante una historia más bien tradicional, sobre una familia que llega a Colombia, con intenciones de establecerse a nivel laboral pero una particular circunstancia .
Sarah (Julia Stiles) y Paul (Scott Speedman) son la pareja que llega desde Londres junto a su hija Hanna (Pixie Davies) decididos a adaptarse a la ciudad de Santa Clara. Todo parece ir bien para ellos, dado que el papá de Julia, Jordan (Stephen Rea) tiene una importante papelera local y cuenta con el aporte de su hija, quien trabajará con él, para llevar adelante el negocio familiar.
La cuestión es que la pequeña hija del matrimonio, (una vez instalados en una casa en el medio de la selva colombiana), comenzará a tomar contacto con niños- entidades-
fantasmas, quienes rápidamente tomarán acción sobre la familia, provocando desconcierto y enfermedad en la pequeña. Eso será sólo el comienzo.
Será así que cuando Hanna se vea afectada severamente por la situación, sus padres deberán indagar y descubrir que sucedió en ese lugar. Para ello, iniciarán un camino de búsqueda a la verdad que será, complicado y trágico, de principio a fin.
Quiles se apoya en el guión de los veteranos Javier Gullón y los hermanos David y Alex Pastor para generar una atmósfera inquietante, que es, a todas luces, lo más interesante de la realización. También hay un aporte importante de los efectos de sonido y la partitura original, elementos que crean el andamiaje necesario para que el relato se sostenga con cierta coherencia y fuerza.
Sin embargo, lo previsible del conflicto y su resolución (esquemática), le quitan a "Desde la oscuridad", gran parte de su brillo. Lo que inicia como promesa de un gran film con un elenco más que interesante, va perdiendo fuerza a medida que el relato avanza. El efectismo de una buena concreción de la atmósfera (entendiéndose como los signos visuales y auditivos que impulsan la sugestión, potenciados por una excelente fotografía) no logran evitar la limitaciones que se producen para avanzar sobre la creación de secuencias desestructurantes donde el terror, realmente, tenga un peso específico distinto.
Es extraño como elementos atractivos como las creencias aborígenes y el ambiente físico (la selva, en este caso) no terminan de traccionar lo suficiente para movilizar otros desafíos. La idea de los chicos-fantasmas no está mal pero no se aleja de los cánones del género.
"Desde la oscuridad" cumple desde las actuaciones (menos Rea, de quien esperábamos mucho más) y la realización en general. Es una aceptable cinta de género, correcta, aunque no ofrezca mucho más que eso.