Folclore y prejuicios
Muchas colaboraciones entre Hollywood y países periféricos han posibilitado el trabajo de una industria latente, o al menos incipiente, fortaleciendo vínculos y creando una red de trabajo con resultados positivos para directores, guionistas, técnicos, actores que luego pudieron terminar sus proyectos personales, o en otros casos, acercarse a la meca del cine para consolidar sus carreras.
En otras oportunidades, como el caso de Desde la oscuridad (Out of the Dark, 2014), una coproducción entre Colombia y España con participación estadounidense, se plantea además el caso opuesto: un producto lleno de lugares comunes, prejuicios, y principalmente, la estigmatización como vector de la narración.
La película comienza con el traslado de una pareja y su pequeña hija hacia un lejano país de centro América con el objetivo de establecerse en una empresa familiar. Sarah (Julia Stiles) llega luego de un llamado de su padre (Stephen Rea). Instalados ya en un viejo caserón, con el correr de los días, descubrirán de manera fortuita un complejo entramado de engaños en el que un misterio del pasado, que afectó a algunos niños del pueblo, volverá y afectará a la hija de Sarah. Sarah recorre trata de desentrañar qué pasa con su hija, pero también de a poco, se enfrenta con la corrupción del pueblo y, principalmente, con un costado no conocido de su padre, quien, junto con dos o tres hombres más, manejan todo en el lugar.
Es ahí donde justamente Desde la oscuridad intenta despegarse de productos de características similares, pero al trabajar con estereotipos y con una estigmatización del pueblo, de sus habitantes y de la polaridad entre ricos y pobres, sólo termina construyendo un sinfín de lugares comunes en los que una suerte de puesta al día de historias que se fundan en la llegada del otro a una cultura diferente posibilitan algunos tópicos generadores de tensión. Pero como producto de género, este film del español Luis Quilez, no puede superar una premisa interesante, que se termina diluyendo rápidamente y que además, no logra avanzar en el relato del drama de Sarah y su familia, sin llevarse por delante a la gente del pueblo y la historia de los niños que regresan a tomar venganza.
Desde la oscuridad es una historia vista anteriormente y que, pese a contar con un elenco internacional, los actores nada pueden hacer con un guión trillado y una puesta básica que no transmite la urgencia y los conflictos necesarios para poder lograr una empatía con sus protagonistas y el film.
Película fallida en la que el acercamiento del diferente a estereotipos y trazos gruesos, terminan alejándonos de la historia más que acercarnos y compenetrarnos con su relato.