CONMOVEDORA E INQUIETANTE OBRA DE JACKSON
Resulta imposible poder explicar el dolor que puede significar para una familia la pérdida de uno de sus miembros; y más, si quien se fue de este mundo resulta ser una hija de 14 años. Ésa es la desgracia que deben soportar los Salmon, una adorable familia de cinco que, de golpe, se ve sorprendida por la desaparición de Susie. Como espectadores somos testigos de su muerte, ya que ha sido asesinada por el solitario vecino, un cincuentón que tiene en su haber una larga lista de jovencitas (y hasta niñas) a las que les dio violenta muerte.
El camino que nos hace recorrer Peter Jackson (“Criaturas celestiales”, la trilogía de “El señor de los anillos”, “King Kong”) es aquél que Susie también debe transitar para dejar definitivamente el mundo terrenal; ese espacio “intermedio” es el que le permite a la jovencita poder hacer contacto con su familia para que puedan descubrir que el hombre que la mató está a pasos de su casa.
La voz en off de Susie atraviesa todo el filme, y a través de ella podemos percibir sus sentimientos, así como los de su familia, que sufre un desmembramiento casi lógico cuando la madre decide dejar el hogar por no poder sobrellevar la pérdida. Apartada del mundo que conocía, Susie es testigo del impacto que su muerte tiene en sus seres queridos, mientras su verdugo borra hábilmente las huellas del crimen y se prepara para cometer otro asesinato.
Casi desde el comienzo Susie relata que va a ser asesinada, pero antes de que ocurra podemos ver la relación con su padre y su madre, con sus hermanos, con su abuela, y con el chico que le gusta, aquél al que no pudo darle su primer beso porque la muerte se interpuso en su camino. Sin embargo, el guión de Jackson, Fran Walsh y Philippa Boyens, se encargará de reparar esa falta y logrará, casi al final del filme, una bella y emotiva escena, donde los jóvenes podrán tener un pequeño pero bello momento de intimidad.
Lo más creativo visualmente de esta película resulta ese limbo en el que Susie se encuentra, un lugar de ensueño, plácido, colorido; y los grandes planos generales son la mejor opción para dar cuenta de ello.
“The lovely bones” (así su título original) es la adaptación de la popular obra homónima de Alice Sebold, y en la que se destacan las actuaciones de Saoirse Ronan, como la dulce Susie, y el siempre acertado Stanley Tucci, que esta vez borda un personaje siniestro, mezcla de hombre común y asesino serial, que podría ser vecino de cualquiera (no por nada está nominado al Oscar por este personaje).
Tal vez resulten algo desaprovechados Mark Wahlberg, Rachel Weisz y Susan Sarandon: padre, madre y abuela de Susie, que deambulan sin mayor suerte intentando componerse de la pérdida, pero no adquieren mucha presencia en el filme (aunque Sarandon logra ponerle lo suyo a su pequeño rol). Rose McIver encarna a Lindsey, la hermana de Susie, que crece a la sombra de la desaparición y asesinato de su hermana, pero que acabará por tomar un gran riesgo para recuperar a su familia, protagonizando una de las secuencias de mayor tensión de esta “Desde mi cielo”.
Alejado de la grandilocuencia de su rey Kong o de su exitosa trilogía, Peter Jackson mezcla el thriller con el fantástico, y logra una obra cargada de sensibilidad, que en sus minutos finales hará que el espectador (que se conecte con la historia) se emocione, despidiendo a Susie que, a su manera, y antes de pasar “al otro lado”, hará justicia con quien la puso en ese lugar.