¿Una piedra en el zapato? ¿Un fallido “no” tan fallido?
Es indiscutible que éste nuevo film del consagrado director Peter Jackson ha de crear controversias entre espectadores, detractores varios…
Desde mi punto de vista, me resultó grato contar con que un tema difícil, una muerte juvenil, desde otra óptica, una visión muy contraria al acercamiento hostil que padecimos tan sólo una semana atrás con Preciosa, otro film de temas difíciles de digerir y con tan poca delicadeza a cuestas. Desde Mi Cielo, está abarcada desde otro panorama, desde los ojos de la pequeña ya asesinada, inmersa entre medio de dos lugares, entre vivos y muertos, contándonos con voz en off su historia, su visión de los sucesos ocurridos previamente a su muerte, detallando el atroz acto y siguiendo a sus familiares y asesino, a la par, sin interacción, esclareciendo, interpretando, ansiando estar viva para cambiar y vivir los momentos que le fueron usurpados.
Esa magnífica herramienta, ya varias veces utilizadas en fílmico, de poder ver lo que hacen nuestros seres queridos mientras uno no está, vivo, muerto, presente, ausente, remite a ¡Què Bello es Vivir! de Capra, la vida y la muerte frente a una delgada línea, una que se quiere, no se debe, o a veces nos empujan y terminamos cruzándola. Susie (Saoirse Ronan) es la hija mayor de los tres niños Salmon, corre la décad de los 70’s, vestimenta característica, una madre (Rachel Weitz) que lee manuales DIY acerca de toda tarea doméstica imaginable, un padre bonachón (Mark Wahlberg) y una abuela (Susan Sarandon) frenética y alcohólica que llega a hogar en quiebra para “ordenar” y romper tabúes frente al dolor engendrado por la pérdida.
Lo grandielocuente de Desde Mi Cielo, es el lugar desde donde Susie Salmon registra su partida, su imaginación tal vez, un lugar conformado por parte de sus recuerdos, un collage de vivencias ilustradas, coloridas, paisajes que cambian, rotan, degeneran a medida que se los visita y recorre. El uso de efectos CGI aquí funcionan a medias, por momentos la utilización es excesiva, fluctuando eentre sectores, desvaneciendo el interés frente a largas tomas en duración.
Stanley Tucci completa el reparto en su macabro rol, sin lugar a spoiler ya que es presentado como tal desde el inicio del film, su transformación, mentalidad cual un engranaje, no deja lugar a dudas, con sentidos favorecidos, detallista, un asesino precavido y calculador.
Peter Jackson no ha sabido concretar una obra a la altura de sus otras, hay resabios de Criaturas Celestiales, su obsesión por la muerte, uno de sus temas favoritos. Y, una manera personal de contar una historia, a su manera, con fallas, fallidos, y quizás,…, una piedra en su zapato que no es más que el éxito que ha sabido acumular y difícilmente ayude a poder producir un film menor, de tono completamente lejano a otras de sus incursiones cinematográficas.