Una gran expectativa sobre esta película que tiene como protagonista femenina a la chica del momento, a Carolina “Pampita” Ardhain. Cada gesto, cada declaración, cada salida son registradas al detalle. Y en este caso en un film con contenido erótico que recuerda en su realización a algunos films de Armando Bo y que la coloca a “Pampita” en una suerte de sucesora de Isabel “Coca” Sarli. El director asegura que el buscó a la mujer como protagonista de su deseo erótico y el film abundan los desnudos masculinos, los momentos de éxtasis sexual, en una suerte de “porno soft” que encontrará seguros seguidores. El guión esta escrito por la autora del libro Erika Halvorsen (la misma de “El hilo rojo”) sobre idea de Alex Kohanoff. Pero lo que en el libro original es tomado es tomado como algo serio, dos hermanitas, una de ellas de precoz primer orgasmo, otra reprimida, impulsadas por una madre que las instruye en el uso de anticonceptivos antes de su llegada al país y que les facilita placeres sexuales con chicos de la playa, tiene un comienzo muy audaz y conflictivo. Un vínculo entre hermanas donde una siente demasiado, en un animal erótico y la otra se mutila porque no sentir.
Pero ese planteo, inmerso en los años 70, en el reencuentro de las hermanas luego de varios sucesos trágicos, tiene en film una vuelta de tuerca delirante donde se lucen en plena convicción del tono Andrea Frigerio y Guilherme Winter (si, el de “Los diez Mandamientos”) con algunas réplicas francamente increíbles, fuera de tono, reideras y desconcertantes como el mítico “¿que pretende usted de mi? “ de la Sarli. Juan Sorini envarado como sus músculos no encuentra su rol de seductor masculino. Y a Pampita, sufriente o esplendida mostrando su cuerpo en acción o en largas tomas publicitarias, como para que nadie se quede con las ganas de verla. Extraño film que seguramente tendrá gran éxito comercial, que pone al borde del ataque de ira de algunos, pero que con sus cambios de tono desconcierta y a la vez, entretiene.