Ya desde su póster, Desearás al hombre de tu hermana vislumbra que no es un típico film. Su estética e impronta es diferente en cada frame.
Es una película que no estamos acostumbrados a ver y por lo tanto puede causar la misma aceptación que rechazo, fanatismo y repudio.
Es osada, es atrevida y, por sobretodo, es muy original.
El director Diego Kaplan emula al histórico Armando Bo pero con la pericia cinematográfica de 2017.
El film está muy bien narrado, a tal punto que los diálogos parecen el decorado. La fotografía e iluminación hacen gozar a los ojos, lo mismo que el gran laburo de arte.
La historia se hace cargo del ridículo y el grotesco, incluso se anima a rozar la barrera de la cuarta pared pero nunca la rompe.
Debo decir que esta película posee una de las escenas más polémicas (algunos se referirán como “asquerosa”) de todo el cine nacional. No puedo comentarla porque es spoiler, pero ahí radica a la máxima potencia la identidad de lo que estamos viendo.
O lo aceptás o no. No hay grises. No tiene comparación y va por todo. Se la juega sin importar las consecuencias.
Su código actoral también juega dentro de esos parámetros, es por eso que no hay que caer en la fácil de decir que los intérpretes están sobreactuados o exagerados.
Carolina “Pampita” Ardohain brilla en su debut cinematográfico y se puede trazar un paralelo con la Susana Gimenez e Isabel Sarli de aquella época.
Mónica Antonópulos vuelve a demostrar que no existe el papel que no pueda interpretar a la perfección, poco importa su sensualidad cuando le da rienda suelta a la conflictiva relación con su co-protagonista.
El terceto femenino se cierra con una Andrea Frigerio brillante, la que más comedia le aporta y mucha frescura.
El lado masculino también está acorde y bien estereotipado con Juan Sorini y Guilherme Winter.
También se destaca el reparto y aquí otro de los grandes aciertos y originalidades del film: la mayoría de la desnudez es de hombres de raza negra, vemos mucho sus penes.
Con ello la película le escapa a lo obvio y arremete con todo.
Desearás al hombre de tu hermana es una gran bocanada de aire fresco en un cine que hace rato no encuentra matices fuera de su zona de confort. Busca incomodar y lo logra, pero también causa risas y mucho estímulo visual.