Desesperada

Crítica de Carolina Sanguineri - Sin Intervalos

Ayer se estrenó en la pantalla grande el film “DESESPERADA”, un thriller que promete tenernos pendientes durante toda su duración. ¿Cumple?

Se trata de una familia abatida por la desafortunada muerte del padre. Su viuda, Amy Carr (Naomi Watts), tratando de distraerse, sale a correr por el bosque, internándose en los caminos menos transitados. A media mañana, recibe una llamada contándole que en la escuela hay un tirador activo y que su hijo adolescente, Noah, podría estar en peligro. A kilómetros de la ciudad, agotada por entrenar, y abrumada por el pánico, Amy, usando sólo su teléfono celular, busca cualquier forma de volver y evitar el peor desenlace.

En lo que respecta a la dirección del film, los personajes están representados adecuadamente por el casting elegido. Watts es, por supuesto, foco de casi toda nuestra atención, y, por lo menos a nivel actoral, la rompe. Las decisiones tomadas por el director para generar tensión no siempre son acertadas, pero la trama es simple, se plantean temas relevantes actualmente (sobre todo para Estados Unidos), y se generan imágenes bonitas, aunque no muy interesantes.

El problema más grande de esta película es el guion. Hay un desbalance que ni siquiera una tremenda actriz como lo es la protagonista puede equilibrar. Es entendible que “Desesperada” intente transmitir empatía por los afectados por tiroteos masivos, y por eso se encapriche en mostrar cada segundo de lo que le pasa a Amy; pero una vez que esa desesperación se demuestra y es captada por el público, los obstáculos se vuelven pesados. De todo lo que pasa, lo más interesante es una sola revelación, aproximadamente a la mitad del film (revelar cuál sería spoiler…). La sensación que se genera es un gran “uh, no termina más”, degradando cualquier buena performance que pudo haber habido, incluidas las de los personajes que hablan por teléfono con la mamá de Noah.

La fotografía es bella y aprovecha adecuadamente los escenarios naturales. Los colores y las texturas vuelven más tolerable a la cinta, pero se escatima el uso de luz dura y sus contrastes, que es una picardía, ya que brindaría muchísimo lugar a la creatividad e imágenes simbólicas, expresionistas. Éstas enriquecerían el mensaje que se quiere transmitir, que de todas maneras, no es profundo; con lo cual se vuelve al principal problema: el guion. La moraleja es: ¿“los tiroteos son malos”? ¿”No salgas a correr”?... Indescifrable.

La historia lamentablemente es fácil de adivinar, y las cosas que van ocurriendo son resueltas de forma extremadamente predecible. La perspectiva, tan centrada en una sola persona, toma de rehén al espectador; no hay descanso de la situación. Esto, lejos de generar más empatía por Amy (producida inicialmente), hace perder el entusiasmo original.

En mi opinión, hubiera sido un excelente cortometraje, o incluso un excepcional videojuego. No aprobó; preferible ver otra cosa más interesante si vas al cine.

Por Carole Sang