Thriller a contrarreloj con Naomi Watts
El veterano realizador australiano Phillip Noyce ("Juego de patriotas", "Peligro inminente") dirige este film que tiene a Naomi Watts como único personaje en toda la película.
Desesperada (The desperate hour, 2021) es el tipo de película contada en tiempo real y sostenida por el preciso incremento de la tensión a lo largo del relato. Un tipo de film en el que siempre sucede lo mismo, por un lado la situación se dilata hasta lo inverosímil, y por el otro, el tour de force de la propuesta termina ahogando al espectador.
Amy (Naomi Watts) sale a correr una mañana como tantas otras por el inmenso bosque que rodea el barrio en el que vive. Solo lleva consigo su smartphone para escuchar música. Recibe una llamada del colegio de sus hijos donde hay una situación del estilo de la masacre de Columbine. Desesperada, trata de saber de sus hijos atrapados en el medio de la balacera. Solo tiene el GPS y sus piernas para llegar al lugar a tiempo. Mientras tanto, llama por teléfono a cuanta persona se le ocurre para solucionar el problema desde la distancia.
Es notable la entrega de la actriz y productora del film que soporta toda la película en su rostro. Watts se carga la película al hombro y da sentido al fuera de campo expresado en su cara para crear el clima fatalista de la película. Ella corre, suda, se golpea, se cae y levanta, y sigue corriendo con el corazón de una madre leona.
Este tipo de propuestas son geniales en su premisa pero cuesta sostenerlas en el metraje y Desesperada no es la excepción. Sucedía en las mejores Culpable (la danesa original o la remake con Jack Gyllengaal) y en Enlace mortal (Phone Booth, 2002) con Colin Farrell. Las posibilidades de que un único personaje en un único lugar sostenga la película durante toda su duración es muy difícil. En determinado momento el film escrito por Chris Sparling exige un cambio de aire y si eso no pasa, se sofoca.
Podemos resumir todo el film a un primer plano de Naomi Watts hablando por teléfono con el bosque de fondo. Es esa imagen la que se reitera hasta el cansancio y genera cierta insatisfacción por ver algo más que nunca llega. Sin embargo Desesperada nos deja una enseñanza de manera colateral: si haces deporte por tu salud física y mental, mejor deja el teléfono en tu casa.