El guion de Chris Sparling centra la historia y la cámara sobre Amy Carr (Naomi Watts) durante casi todo el film.
La mujer está intentando sobreponerse a la muerte de su marido ocurrida un año antes en un accidente. De esa unión nacieron dos hijos, que también están haciendo el duelo, como pueden... Noah (Colton Gobbo) un adolescente algo distante y una niña pequeña. En la mañana que nos ocupa Amy decide tomarse el día y salir a correr por el bosque que rodea su casa mientras sus hijos están en el colegio. Mientras trota resuelve por teléfono dististan cuestiones con su madre, amiga y mecánico entre otros hasta sucede algo que cambia el curso de su "mañana de relax": un tiroteo en el Establecimiento de sus hijos con posterior toma de rehenes (algo bastante frecuente en Estados Unidos) y a raíz del hecho desafortunado se conecta más que antes vía IPhone (otro protagonista) con las personas mencionadas, a las que se suman otras...
La película dirigida por Phillip Noyce navega entre el thriller (el tiroteo) y el drama (la distancia entre madre e hijo ante la muerte del padre) sin decidirse por ninguno de los dos. Si a eso le sumamos ver a Watts hablando casi 84' por teléfono con respiración agitada, el resultado es desfavorable.
Algo está claro, ella es buena actriz y esa es una de las pocas cosas que podemos rescatar.