Deshora

Crítica de Fernando Alvarez - Todo lo ve

Seducción con aire bucólico

La seducción y el deseo impulsan esta ópera prima de la directora salteña Barbara Sarasola-Day que cuenta la historia de un matrimonio cuya existencia se ve alterada ante la llegada de un tercero.

Deshora encamina, lentamente, a sus personajes hacia la tragedia cuando Ernesto (Luis Ziembrowski) y Helena (María Ucedo), un matrimonio que atraviesa una crisis, recibe en su finca a Joaquín (Alejandro Buitrago), el primo desconocido que salió de un centro de rehabilitación y que puede oxigenarse en los campos de tabaco del noroeste argentino.

Entre cacerías, miradas cruzadas y acercamientos, un triángulo amoroso comienza a gestarse y también a encender la mecha de la violencia. En el film todo es delicado y contado a la medida de las circunstancias que atraviesan los personajes: soledad, descuido y violencia solapada.

La intimidad es vulnerada pero también la pareja ve una posibilidad de cambio ante la presencia de un joven que se baña desnudo en el lago y genera atracción en Helena. Un juego que tiene sus riesgos y se ve plasmado por una cámara que espía, se acerca y profundiza en los vínculos alterados.

Al buen trabajo de la realizadora se suma la convicción de Ziembrowski como un hombre duro y de Ucedo, quien logra la fragilidad necesaria de la mujer que siempre espera, en esta coproducción entre Argentina, Colombia y Noruega. Por su parte, el actor colombiano Alejandro Buitrago aporta la cuota de seducciòn y su personaje se ve inmerso en un mundo que no le pertenece ante una rutina (ya establecida por la pareja) que irá descubriendo con el correr de los días.