Ulises de la Orden, el hombre detrás de las cámaras en la excelente "Tierra adentro" (documental que estuvo muchísimos meses en cartel sobre la campaña del Desierto y sus consecuencias), en esta oportunidad aborda una temática compleja, actual y de consecuencias inciertas para la salud de la población, en el futuro: el riesgo del uso de los agroquímicos en cultivos de soja en nuestro país.
La acción se encuadra y tiene como punto de apoyo, un caso que sirve como referencia casi universal del problema, en la provincia de Córdoba. En el Barrio Ituzaingó Anexo, hacia fines de 2001, los vecinos comenzaron a notar que sus coterráneos, caminaban con pañuelos ocultando calvicies y algunos chicos usaban barbijos.
Como era una escena repetida, un grupo de mujeres comenzó a recorrer el lugar y registrar en un mapa los diferentes casos y las enfermedades que habían contraído esas personas, para empezar una línea que las llevaría a detectar un nexo común. La contaminación del aire y el agua, producida por productos destinados a proteger e inmunizar los cultivos de soja en un predio justo al lado del barrio.
El Ministerio de Salud de la provincia, tomando nota de los hechos después de muchas protestas, ordenó análisis y a la vista de los resultados, las madres organizadas, comenzaron una tarea titánica para denunciar el hecho y llevar a juicio a los responsables.
Como se imaginarán, este problema afecta muchos intereses, dado que la soja viene ganando todos los terrenos en nuestra Argentina actual, dado su gran precio por tonelada en el mercado internacional. Es el grano de moda, por su altísimo rendimiento y bajo costo de producción.
O sea, todos sabemos que el negocio es cosechar soja y venderla a un buen precio. Pero para eso, el cultivo debe ser resistente y químicamente se lo ha "protegido", con productos que en el ser humano, pueden producir cancer, leucemias, problemas respiratorios, etc...
El juicio en cuestión era contra los propietarios de la tierra y el fumigador (el hombre que volaba la avioneta, simplemente) pero detrás, estaba expectante, toda la industria agrícola exportadora. Porque la cuestión de fondo, es la que más interesa: identificar a los responsables de un hecho doloso es un tema, pero empezar a plantear que estos pesticidas con los que se fumiga atentan directamente contra la salud de la población y deberían dejar de usarse, es otra.
Siempre está el argumento, de que como en el mundo hay hambre, este desarrollo químico que hace a los cultivos resistentes aseguraría que el mundo tuviera acceso a estos granos para alimentarse. Preguntamos, eso, sucede en la práctica? Cuáles son los mecanismos que usan las grandes compañías para generar más y más divisas? Son moralmente lícitos? El documental registra, desde encumbrados funcionarios en distintas partes del mundo, hasta Premios Nobeles alternativos y especialistas en nutrición.
Con una filosofía de búsqueda de caminos alternativos, De la Orden va delineando en la selección del material, mientras dedica un valioso tiempo al juicio en la provincia mediterránea y la reflexión de todos los protagonistas. El trabajo es excelente a todas luces. El relato atrapa, concientiza y va más lejos, proponiendo en boca de los entrevistados, de nuevas líneas de acción.
No se queda en la denuncia, sino que genera material de debate interno, en cualquier espectador que decida acercarse a él.
El registro de entrevistas, la cuidada edición y los valiosos testimonios, hacen de "Desierto Verde", uno de los mejores documentales del año. Para ver, pensar, debatir y actuar.