Es el primer largometraje documental de una creadora multidisciplinaría como Sabrina Farji, que se atreve a hablar, con honestidad brutal y sorprendente, del vínculo materno en crisis, el suyo con sus hijas y con su madre, en un momento de cambio que pone todo en movimiento, sentimientos, competencias y recuerdos. Asistimos así al armado del documental, con un interesante detrás de escena. Pero también a un sinceramiento profundo del vínculo de la realizadora con su madre, a quien acompaña a un viaje de reencuentro con vivencias, a situaciones emotivas, a negativas al sinceramiento que sin embargo aflora con una autenticidad única. Y también están las jijas de la directora, asistentes y colaboradoras de la película, pero personales y severas, especialmente la mayor, en juzgar sin concesiones a su progenitora. Y no faltan opiniones de profesionales y testimonios de otras mujeres con sus niños para terminar de redondear un mundo complejo, atrayente y revelador. Un trabajo redondo, complejo, atrayente e inteligente.