Una familia normal
La realizadora argentina Sabrina Farji (Eva & Lola, 2010] explora con su primera película documental en la relación entre madres e hijas a través de un retrato familiar con una honestidad brutal como pocas veces el cine mostró.
Leonor Schlimovich, Zoe Trilnick Farji, Joelle Levy Farji y Sabrina Farji son las cuatro mujeres que componen el núcleo familiar femenino. Abuela, madre e hijas. Tres generaciones que emprenden un viaje juntas a la ciudad de Paraná para la realización de un documental será el eje de esta road movie que le servirá a Farji para reflexionar sobre un vínculo que se nutre de un amor-odio incondicional. Desmadre, fragmentos de una relación (2017) como su nombre lo indica está hecha con fragmentos de la propia vida pero también con testimonios de madres e hijas que sirven como nexo entre cada uno de esos fragmentos.
Desmadre, fragmentos de una relación tiene varias aristas interesantes desde donde abordarlo. Es documental en primera persona, es una road movie, es cine dentro de cine y también es la forma catártica que eligió una familia para sanear la relación. Una directora está haciendo un documental sobre madres e hijas y empieza a investigar con las que tiene más cerca: su madre y sus dos hijas. Sin ningún prurito se exponen todos los choques que la relación provoca. Pero también la incondicionalidad de un vínculo imposible de romper. El guion implica un viaje a la ciudad de Paraná en Entre Ríos, ciudad donde nació Leonor, la mayor de toda la familia. Serán unos cuantos días donde las cuatro deberán convivir, con el plus de estar en medio del stress de una filmación y donde habrá más tiempo para las peleas, las demandas, los reproches y también las reconciliaciones.
Farji construye una película sensible tan personal como honesta, donde parece no existir el miedo a la exhibición de una parte de la vida que muchos tratarían de ocultar. Y no porque esté mal mostrar la intimidad familiar sino porque en la mayoría de los casos se prefiere esconder lo malo. Relaciones en la que los negros y grises no existen. Desmadre, fragmentos de una relación no es eso, sino la vida misma.