“Desobediencia”, de Sebastián Lelio
Por Hugo F. Sanchez
Un anciano rabino da un vibrante discurso en una sinagoga y colapsa en medio de la ceremonia. Su muerte determina que su hija Ronit (Rachel Weisz), radicada desde hace años en Nueva York, regrese a la comunidad jasídica londinense en donde se crió para despedir a su padre. Allí se encontrará con todos las costumbres propias de el judaismo ortodoxo de donde huyo cuando era mucho más joven pero sobre todo, volverá a ver a Esti (Rachel McAdams), que fue y sigue siendo un amor imposible. Al encuentro postergado por años se le agrega la sorpresa de enterarse de que Esti ahora es una mujer religiosa, que niega su inclinación sexual y que se casó con Dovi (Alessandro Nivola), que está a punto de asumir como el rabino mayor.
El chileno Sebastián Leilo (que con Una mujer fantástica ganó el Oscar al mejor film extranjero) hace su primera experiencia en un film en inglés a partir de la novela Disobedience de la escritora inglesa Naomi Alderman con una puesta sobria, que más allá de centrarse en el amor prohibido, indaga el universo cerrado de una grupo de personas que eligen cada día vivir bajo los preceptos religiosos, sin embargo, el principal mérito de Desobediencia es poner en primer plano cuestiones como la libertad de elegir y la valentíade optar por un camino propio.
El extraordinario trabajo de Weiz, McAdams y Nivola y la sensibilidad de Leilo en la dirección va desarrollando la historia gradualmente para tomar todos los puntos de vista, aunque la sobriedad del principio luego va cediendo ante cierta audacia calculada -la escena de sexo entre ambas mujeres es un ejemplo- y el melodrama. Aún así, Desobediencia es una buena película, sobre todo por su capacidad de mostrar un mundo tan complejo como hermético
DESOBEDIENCIA
Disobedience. Reino Unido/Estados Unidos/Irlanda, 2017.
Dirección: Sebastián Lelio. Intérpretes:Rachel Weisz, Rachel McAdams, Alessandro Nivola y Anton Lesser. Guión: Sebastián Lelio y Rebecca Lenkiewicz, basado en la novela de Naomi Alderman. Fotografía: Danny Cohen. Edición: Nathan Nugent. Música: Matthew Herbert. Distribuidora: UIP (Sony). Duración: 114 minutos.